¿Alguna vez le hiciste la promesa a un hombre, a una mujer, a una persona, de olvidarte de todos los amores y las relaciones que tuviste en tu vida?, ¿para qué?, para ver si os podíais relacionar, para conocer al otro, para enterarte con quién iniciabas una relación, sin juzgarlo o compararlo injustamente. En la clínica de pareja nos encontramos con mucha frecuencia que a la nueva relación se le reclama, muchos casos inconscientemente, asuntos pendientes con otras personas, o se le exige que se comporte de una determinada manera que consideramos “buena” a partir de otra relación. Y no solo eso, sino que también es frecuente observar cómo se piden el uno al otro contarse de sus historias pasadas hasta el más mínimo detalle íntimo, con el pretexto de que para conocerse hay que contárselo todo. Contarle todo a la pareja deteriora la relación, le genera una exigencia al partenaire que no le compete y nos llena de prejuicios antes de conocer al otro en la nueva relación que estamos construyendo. No le mantengas en palabras anteriores, date la oportunidad tú también de descubrirte en la nueva relación.
Y es que ¿A QUIEN SE LE OCURRE CONTARLE A LA PAREJA LO QUE LE TIENE QUE CONTAR A UN PSICOANALISTA?
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